martes, 18 de febrero de 2020

¿Que colegio elegimos?

Hace varios años, allá por el 2015, cuando Mara tenia recién 2 años, empezamos a evaluar algunos de los colegios ubicados por nuestra zona, con la finalidad de elegir la mejor opción para que pueda ir a estudiar. Iniciamos nuestra revisión por el mes de Abril, sin pensar que el colegio elegido estaría, literalmente, al frente de nuestro departamento, pero lo gracioso es que para cuando empezamos nuestra cruzada, aún no habían puesto ni la primera piedra.

Al inicio anduvimos revisando diferentes páginas web, buscamos comentarios y recomendaciones de amigos con hijos pequeños, que ya habían hecho la mega chamba de búsqueda y selección, que ya habían pasado por todo ese largo y tedioso proceso de ingreso, para que nos den todos sus tips. Quisimos enterarnos de los procesos, la documentación que tendríamos que presentar, como eran las evaluaciones y los exámenes que debíamos rendir, para así saber a qué nos estaríamos enfrentando, además de evaluar las cuotas de inscripción, matrícula, reservas y otros gastos, siempre el maldito dinero nos mueve la balanza del poder y la decisión.

Luego de un primer barrido armamos una lista de nuestro top 5 con los colegios candidatos, incluyendo el colegio al que yo había asistido, que casualmente era uno de los que estaba cerca. Lo segundo fue tratar de ir a visitarlos, para conocer los locales por dentro, cuál sería la forma de llegar, rutas de acceso, y averiguar de primera mano los procesos de postulación y de las gigantescas cifras de matrícula. Fue una no tan encantadora sorpresa la que nos llevamos al ver tantos ceros juntos, terminamos casi desmayados y medio en coma.

Luego de hacer el primer descarte por cuota de ingreso y mensualidad, nos quedamos con solo dos opciones, pero que aún no estaban viendo el proceso de ingreso, que era muy pronto y que teníamos que volver luego, así que lo dejamos paralizado por unos meses y lo volvimos a retomar en Marzo del 2016, en ese momento Mara ya estaba en su segundo año en el nido.

Mientras esperábamos que los meses fueran avanzando, fue en el mes de Junio que nos enteramos que iban a construir una nueva sede del colegio Innova Schools cerca del condominio. Ya habíamos escuchado de ese colegio y de su metodología, incluso varias personas nos habían comentado que sería una muy buena opción, sin embargo, no lo habíamos considerado en nuestra lista de opciones porque sus otras sedes estaban muy lejos de donde estamos viviendo, las de Chorrillos eran las más cercanas en ese momento. La cosa es que cuando nos enteramos de la construcción del nuevo local empezamos a averiguar donde era que iba a estar exactamente, y llamamos por teléfono para enterarnos que era lo que teníamos que hacer.

El colegio lo levantaron en seis meses, durante el proceso de construcción fuimos resolviendo los temas de los documentos, visitamos uno de sus locales en Chorrillos, llevamos todos los papeles, fotos y abonamos todo lo que nos pidieron pagar. Realmente el proceso fue bastante rápido y sencillo, nos habrá tomado entre 15 y 20 días lograr conseguir todo y presentarlo. La respuesta del colegio fue también bastante rápida, como Mara era nueva, sin experiencias previas en otros colegios, y ya tenía tres años en ese momento, así que entró de forma directa al grupo Inicial, que se separa en tres años, empezando en Beginners, luego Pre-Kinder y al final Kinder, culminando el bloque a los 6 años.

Ahora que Mara ya tiene la edad necesaria para entrar a primaria, ya estamos listos para que empiece primer grado en Marzo. Sabemos que existen algunas diferencias de cuando estuvo en Inicial, ahora su horario es más largo, nosotros no podemos entrar a dejarla adentro del colegio, solamente en la puerta, ahora va a llevar sus materiales en una mochila y va a tener dos recreos al día, por ende, doble lonchera, y lo que más le gusta a ella es que el patio de juegos ha cambiado, ahora estará con los niños grandes.

En resumen, si todo va de acuerdo a lo planificado, va a estar en el colegio por los siguientes 14 años y solo tiene que cruzar la calle, y ni siquiera tiene que salir del condominio, ya que las puertas posteriores del colegio dan a las rejas de mi cochera, desde nuestro balcón podemos ver el patio del colegio y los salones, así que más cerca que eso imposible. La construcción de ese colegio nos cayó como anillo al dedo.