domingo, 31 de enero de 2021

Cumpleaños en Casa

Un año más ya paso, van siete hasta ahora (Setiembre es su mes) y este año se vienen los ocho, es increíble como pasa el tiempo, siempre dicen que el tiempo vuela y de cómo nos dejamos llevar por él, en un abrir y cerrar de ojos ya tenemos a una hija con siete años y unos meses más.

Nosotros desde el momento que empezamos como pareja hemos ido celebrando cada aniversario, ya sea mensual, anual, civil o religioso, sin importar el calendario, siempre hemos hecho algo, por más simbólico que sea, y era obvio que con la Bubu nuestras celebraciones iban a ir en aumento, porque toda fecha importante debe ser celebrada como se debe, por más pequeño que sea, es el significado lo que vale ORO.

Nosotros no hemos sido de hacer grandes fiestas (a excepción del matrimonio), donde tienes que alquilar locales, juego de luces, mesas, sillas, menaje, parrilla y todo lo demás, para nada, nosotros somos mucho más prácticos (la verdad es que Mary lo es), contratamos un local donde no tengamos que preocuparnos por nada, ni limpiar o lavar platos, todo lo pone el lugar elegido y nosotros solo llegamos con nuestras cosas, en resumen, dulces, sorpresas y el decorado, super sencillo, aunque ya con siete cumpleaños hemos pasado de todo, así que experiencias tenemos. Si bien es cierto, este tipo de contratos no son tan económicos que digamos, porque además del local alquilado te piden que "gastes" en cierta cantidad de alimento, ya sean cajistas "X" o piqueos "Y", siempre algo adicional te piden, y si quieres poner algún entretenimiento adicional, eso también va sumando.

En lo único en lo que siempre nos hemos preocupamos es en la decoración y de los dulces, eso si es importante, incluso nos tomamos unas tres o cuatro semanas en prepararlo todo, ir a comprar al mercado central para luego armarlo en la casa, pintando y pegando, pero el año pasado, el 2020, ha tenido que ser diferente, sin alquilar nada, solo en casa, solo nosotros, con una cámara de video, un celular y un televisor, ya que por obvias razones que todos conocemos, todo ha sido "online". 

Tengo que reconocer que este año mi esposa se ha llevado el Oscar a la organizadora del año, porque ella se ha encargado de hacerlo todo, no hemos tenido la oportunidad de ir a comprar cosas, todo ha sido con lo que se tenía a la mano, agarrando los decorados pasados, preparando dulces caseros (que salieron buenazos), reciclando de todo y aprendiendo desde YouTube.

Yo sé que no es lo mismo, un cumpleaños debe ser festivo, alegre, con niños corriendo por todos lados, jugando, ensuciándose, rompiendo cosas, disfrutando, pero este último cumpleaños ha tenido que ser sin contacto, sin invitados, sin regalos, sin sorpresas, y sé que es complicado, sobre todo para los niños, que están tan acostumbrados a ir a cumpleaños todos los fines de semana (hay meses en los que hemos tenido hasta 3 cumpleaños el mismo día), a comer dulces, torta y disfrutar de un show de magia, de títeres o de Frozen. Sé que para Mara ha sido súper difícil pasar un cumpleaños "sola", viendo a sus primos y a algunos de sus amiguitos en pantalla, pero lo bueno es que ella entiende que la situación en la que estamos viviendo es compleja y delicada, entiende que hay cosas que no se pueden hacer como antes y por eso estoy más que orgulloso de ella, que a pesar de ser una niña de tan solo siete años, ha demostrado una madurez increíble.

Yo espero que para este nuevo año podamos nuevamente preparar una fiesta de cumpleaños completa, con amigos y con la familia completa, y si en caso no se pueda, tendremos que vernos nuevamente por televisión, no queda de otra.



lunes, 18 de enero de 2021

A veces me toca hacer de Princeso

Hola, por si no lo sabías, tengo una hija y la verdad es que siempre quise tener una.

Cuando estábamos en la dulce espera, desde el principio queríamos conocer el sexo del bebé, yo quería que fuera niña, incluso desde mucho antes de estar embarazados, y la verdad es que no sé porque, pero imagino que parte de esa idea debe ser porque todos los primos somos hombres a excepción de una prima que ha vivido en el extranjero toda su vida. Mi abuela tuvo nietos por montón, pero solo una nieta, creo que una parte de mí quería que tuviera una biznieta.

Dirán que tener una hija es lo más complicado del mundo, primero que nada, porque en algún momento en el futuro cercano sucederán cambios que no se pueden evitar y que harán que me mantenga a un lado, la edad a todos nos afecta. 

Hay que considerar también que ciertos juegos estarán bastante más inclinados hacia el lado femenino del espectro, aunque suene muy sexista, como, por ejemplo, jugar a tomar el té o jugar con muñecas, en pocas palabras, tener que hacer de princesa y ponerme una tiara en la cabeza, y tendré que salir con ella a la calle, y me refiero a la tiara. Ya me ha tocado pasar por una estación de servicio a echarle combustible al auto y que la persona que despacha se sonría al verme manejando con algo inusual en mi cabeza, algo que no ha sido diseñado para la cabeza de un hombre.

Mi hija esta con la onda de las princesas, las LOL y las barbies, lo que más le gusta es Frozen, y ahora que existen dos películas peor todavía, la habitación es Frozen, tiene el disfraz y un montón de polos, si ella pudiera se los podría a diario y reclama con fuerza cuando no están disponibles. Frozen ha sido lo que más la ha marcado durante su niñez, a pesar de tener 7 años sigue fiel a Elsa, aunque tiene otros gustos adicionales.

Otra cosa que le fascina es su kit de doctora, mismo doctora juguete, ella hace su chequeo médico utilizando todos los utensilios disponibles, muchas veces me ha tocado a mi hacer de paciente, herido, golpeado, atropellado o lo que fuera y siempre es muy divertido. Otra cosa que disfruto mucho es cuando me toca hacer de cliente de peluquería, porque incluye corte, cepillado, uñas y maquillaje, me ha tocado terminar con ganchos de cabello, colitas y hasta con maquillaje, con sombras y todo, con maquillaje para niños o con los de mi esposa tiene guardados, ya como que mucho sacrificio ¿no?

Lo mejor de todo es que puedo compartir muchas cosas con mi hija y disfrutar de muy buenos momentos, aunque hay que aceptar que a veces cansa, pero ella tiene energía por millones, no para desde que abre los ojos hasta que los cierra por la noche y la hora de dormir es la más complicada. Le gusta mucho estar en familia, preguntar de todo y ayudar en todo lo que se pueda.

De repente me van a criticar por esto, pero creo tener un hijo hombre, imagino yo, es mucho más sencillo, o de repente podría estar equivocado, al menos en lo que a juegos y juguetes se refiere, pero sabemos que cada niño o niña tiene sus cosas. De lo que si creo estar seguro es que una hija es más pegada a su papá, sé que no podría afirmarlo al 100% porque solamente tengo una hija, habrá expertos que podrán darme catedra al respecto y yo tendré que aceptar las opiniones, porque las experiencias siempre serán diferentes.

Yo sabía que iba a tener que aprender varias cosas, sobre todo por ser papá es parte de la vida de todo aquel que quiere llegar a ser padre, es uno de mis logros, y si parte de la experiencia de ser papá es usar una tiara, dejar que te maquillen y tener que usar tacos por más doloroso que sea, entonces habrá momentos en que yo también tendré que vestirme y ser todo un princeso, aunque me cueste.

Y tu papá, ¿a que jugarías con tu hija?


sábado, 9 de enero de 2021

La Nueva Normalidad

Ya han pasado más de 10 meses desde que empezamos con esta situación de emergencia sanitaria, todo asociado a este nuevo virus pandémico llamado COVID, el cual aún no tiene cura y sigue maltratando brutalmente a todo el mundo, en donde hemos tenido que aprender a vivir en encierro por varios meses, saliendo lo mínimo necesario, solo para poder abastecernos de los recursos necesarios, todo para poder sobrevivir en cuarentena.

Meses después pasamos a un estado de reactivación parcial, donde poco a poco diversas empresas han logrado ir entrando en labores, como ha sido mi caso, yo he vuelto al trabajo desde Julio del 2020, sin embargo, aún se mantienen muchas de las nuevas reglas de convivencia que ahora forman parte de esta "nueva normalidad".

Esta situación nos ha afectado a todos, algunos más que a otros, incluso al inicio del brote el año pasado, yo pensé que esto nunca iba a llegar a nuestro país, craso error, si se hubieran tomado las medidas desde el inicio talvez podríamos estar mucho mejor, pero como en este mundo somos reactivos, recién cuando se detectaron los primeros casos fue cuando todos entraron en modo prevención y contención, algo que veo que no funcionó tan bien, ahora 10 meses después seguimos funcionando a medias.

La nueva normalidad en la que vivimos ahora incluye no poder acercarte a nadie, ni siquiera a tu familia, saludar de lejos, bañarte en alcohol, usar mascarillas, protectores y mantener un encierro parcial. La educación es totalmente a distancia, no creo que las aulas vuelvan a llenarse hasta el próximo año, además ahora todo es virtual, incluso el trabajo es a distancia, aunque yo sigo viajando a la oficina casi a diario, pero por suerte utilizando una bicicleta para mantener mi espacio.

Esta nueva normalidad ha afectado nuestros bolsillos, a mí me llegaron a recortar el sueldo por un tiempo, pero redujeron las horas de trabajo para equilibrar la balanza. Sin embargo, hay otros miles que no han tenido tanta suerte y han perdido sus trabajos y han dejado sus estudios. Yo dictaba clases en la universidad, pero ahora lamentablemente ya no, se han reducido la cantidad de salones porque los grupos de estudiantes han aumentado a 50 alumnos en promedio, obviamente, hay casos en que algunas familias han tenido que cambiar sus prioridades, los estudios han pasado a segundo o tercer plano.

En nuestro caso, la Bubu ha tenido que acostumbrarse a recibir sus clases a través de una pantalla, con una cámara y un micrófono, a tenido que adaptarse y ver a sus amiguitos en una pantalla, hablar por video conferencia, manejar zoom y otras cuantas herramientas nuevas. Sus clases se redujeron a turnos cortos de 30 minutos, a tener 3 o 4 clases en un día, se intensificaron las tareas, así que parte de la responsabilidad de las clases recayó en nosotros. Todos los días teníamos que colgar los trabajos en el portal del colegio, fotos o videos, era trabajo extra que se tenía que hacer, parte de estar en el colegio.

Nuestra hija extraña ir al colegio, ver a sus amiguitos en persona y jugar con ellos, es algo que no podemos evitar, siempre que puede nos lo recuerda. Tampoco podemos ir a los juegos, salir a comer a la calle, ir a ver a sus abuelos como antes, aunque ahora podemos salir un poco más tratamos de evitar los lugares con demasiada gente, la Navidad ha sido la prueba más grande que hemos tenido.

Creo que no hay una mejor forma de resumir nuestra actual situación, hemos perdido demasiadas cosas y aún nos falta mucho camino por recorrer.