Estamos entrando a una nueva
forma de vida, en donde si ambos padres trabajaban, ahora lo hacen desde casa,
o peor aún, solo uno de ellos.
Antes existió un momento en
nuestras vidas en donde ambos trabajábamos y nos rompíamos la espalda tratando
de salir adelante en una tierra llena de competencias donde sea que volteemos a
mirar, y todo eso es porque siempre queremos darle lo mejor de lo mejor a nuestra
hija, aunque solo tengamos una hija en la familia, no significa que el esfuerzo
sea menos para aquellas familias que son más numerosas, para nada, aunque
sabemos que económicamente existe una gran diferencia entre tener que velar por
el bienestar de un hijo que tener que hacerlo por tres o cuatro.
Ahora que hemos estado medio
encerrados en esta cuarentena, y digo “medio encerrados” porque yo si he tenido
que salir a trabajar, en mi caso el “home office” ha sido bastante “relativo”, hemos
implementado varios protocolos de seguridad para cuando yo regreso a la casa, y
hasta ahora he tenido la “suerte” de no estar dentro de las cifras estadísticas
de contagio.
Desde que nuestra hija llego a
nuestras vidas, mi esposa se ha hecho cargo de la casa, ella ha sido quien ha tenido
que lidiar con los temas internos, y el tiempo en casa se pasa volando cuando
tienes una hija que exige tu total atención, aunque ahora ya tiene siete años y
tiene cierta independencia, pero igual no hay que dejarla sin supervisión, más
aún con el acceso a la tecnología y al internet.
Nuestro actual problema es que
de los dos, yo soy el que está más tiempo fuera de casa, y por ende, soy el que
menos puede ayudar en las cosas que hay que hacer, y si a eso le agregas que las
clases del colegio han sido virtuales en su totalidad, peor todavía, hay que
estar sentados mirando las transmisiones y viendo las tareas que van dejando.
En este último año 2020 Mara Sofía
ha aprendido muchas cosas, en el día a día, cosas que te sorprenden porque no
la creías capaz de hacer ese tipo de cosas, y no solo por el colegio sino por
los talleres que ha mantenido durante el año y que sigue manteniendo. Cada día
que pasa la veo más despierta, más inteligente, más centrada y todo eso es
bueno, pero me estoy perdiendo de todas esas cosas de primera mano, no estar
presente como que me molesta un poco, y es verdad que el trabajo también es
importante y soy consciente de la responsabilidad que conlleva el tener una
hija en casa, no puedo simplemente dejar de trabajar y ya, no es tan fácil y peor
ahora con esta situación tan complicada en la que estamos viviendo. Al menos,
durante la cuarentena he podido disfrutar un poco más de mi familia, no habrá sido
la mejor de las formas pero como dicen algunos “a nada”.
Ahora ya estamos a puertas de
este nuevo año escolar 2021, Mara empieza segundo grado de primaria y seguirá recibiendo
las clases online, seguirá con los talleres virtuales y seguiremos manteniendo
los protocolos activos y vigentes, porque no podemos bajar la guardia, al menos
aún no.
Quiero resaltar que de todas las
cosas que se deben hacer en casa y en familia, la responsabilidad siempre recae
en mi esposa por ser la que “más tiempo está en casa”, yo por mi parte seguiré
trabajando mientras se pueda, para mantener
en equilibrio nuestra economía, son funciones importantes que debemos
realizar, así que aunque no nos guste o terminemos molidos, debemos hacerlo y
como tenemos una meta clara, que tiene nombre y apellido, y nos gusta lo que
hacemos, pues ahí iremos avanzando contra todo lo que se nos presente.