Nuevamente estamos en el mes de Diciembre (hace rato), mes donde todos los sueños, o al menos casi todos (los que podamos cubrir), de nuestros niños se hacen realidad, donde Papá Noel llega en la madrugada del 24 para dejar los regalos debajo del árbol, comerse todas las galletas de vainilla y tomar su vaso de leche sin lactosa, todo un tema de tradición casi mundial, aunque aquí donde vivimos nunca haya nevado y donde no tenemos idea de cómo son los renos, a no ser que sea por foto, nuestra versión de Santa Claus es una interpretación veraniega que llega con en su caballito de totora o con su flotador en forma de neumático. Eso sí, sin importar de donde venga o como llegue a nuestra casa, el sueño del regalo bajo el árbol si se cumple.
Ya estamos a puertas del gran día, el 24 de Diciembre se viene con todo y como todos los padres del mundo, yo también tengo que comprar “n” regalos, y es así que empieza la gran odisea de buscar el regalo ideal para esa persona a la que quieres tanto, y con la gratificación en mano, aunque falten unos días para la quincena, no hay duda alguna que podré encontrarlo, comprarlo y luego arrepentirme por haber gastado tanto, pero así son las fiestas, hay que hacer tripas corazón, cerrar los ojos y agarrar bien la billetera.
Los pequeños de la casa quieren todo, hacen listas kilométricas de todas las cosas que ven en la televisión, porque desde el mes pasado estamos siendo bombardeados por el marketing comercial que muestra increíbles juguetes en la pantalla full HD de la casa o en los catálogos y revistas que llegan con el periódico. Solo basta pasar frente a las marquesinas de las tiendas por departamento para ver inmensas torres de juguetes para todas las edades y géneros, es impresionante la gran variedad de posibilidades que existe hoy en el mercado nacional, antes cuando yo era niño era tan difícil conseguir una figura de acción de Star Wars que no quedaba otra que traerla de USA, hoy las encuentras regadas en todas las tiendas.
Este año es la quinta celebración navideña de nuestra Bubu, una vez más va a disfrutar rompiendo las envolturas de todas las cajas que pueda encontrar debajo del árbol, sin importar si son para ella o no, nos ayudará a repartir y a abrir todo lo que caiga en sus manos, porque eso es lo divertido, descubrir lo que tanto desea y jugar con el por los siguientes días, semanas y meses hasta que esté completamente desgastado. Eso sí, tenemos que ser muy selectivos con los regalos que vamos a comprar, el hecho de que quiera la casa de Barbie o un Furreal que habla, se sienta y tiene 250 sonidos no significa que Papá Noel podrá traerlo en su trineo/caballito de totora, por eso nosotros manejamos opciones variables de todo lo que quiere, preparamos una gran lista y la catalogamos en base a lo que está al alcance de nuestras manos y bolsillos, aunque debo confesar que tratamos en lo posible de cumplir con casi todo.
Aún no hemos iniciado nuestro tour de compras, estamos esperando que llegue el quince como si fuera el fin del mundo, mismo Walking Dead, para poder tener lo necesario (cash flow) y poder cumplir uno o dos de los sueños de nuestra pequeña heredera, y tal vez alguno de nuestros sueños, nosotros también queremos nuestros regalos.
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