Querida hija:
Tengo algunas cosas que contarte,
confesiones que no son fáciles de aceptar, porque una persona nunca habla de
sus errores o de sus puntos negativos, siempre tratamos de mostrar las cosas
buenas y no aceptamos lo mucho que nos equivocamos. Lo primero que debes saber
es que no soy perfecto, creo que en el fondo nadie lo es y esto es algo que
debes saber de primera mano porque cuando cometas tus propios errores tienes
que aceptarlos tal cual sucedieron, no hay vuelta atrás, las decisiones que se
toman, sean buenas o malas, siempre traen consecuencias que también pueden ser
buenas o malas y tienes que saber aceptar la responsabilidad asociada a una decisión.
Para que mentirte, soy un adulto con alma de niño, estoy cerca de
los 40 años y aun hago cosas que las haría un chiquillo de 10 o de 12 años,
sigo viendo dibujos animados, comprando juguetes y jugando en la calle cuando
caminamos juntos en familia, tal como me comentaron hace unos días cuando estábamos
haciendo unos dibujos en City Toys, la persona encargada pregunto a cuantas
personas faltaban terminar y la respuesta fue dos niños y un adulto, obviamente
ese adulto era yo, para que engañarme y engañar al resto, los que ya me conocen
saben cómo soy y si eso les afectara en algo simplemente no los tendría cerca.
Otra gran revelación que puedo darte de manera directa y sin darle
muchas vueltas es que soy celoso, pero antes era peor, ahora que estoy casado
con tu mamá ya como 3 años he podido ir modulando este gran punto en contra,
pero no solo soy celoso con tu mami, también soy celoso con mis amistades, más
aun si son mujeres, creo que la palabra más adecuada que podría describir esa
cualidad seria querendón, creo que calza mucho mejor que decir meloso o
pegajoso, por suerte tu madre me conoció así y ha podido sobrellevar este tema
con mucha delicadeza, lo bueno es que hasta ahora no hemos tenido ningún
problema y por suerte aun no me ha querido matar.
Volviendo al tema de los celos, no sé cómo será cuando crezcas, sí
que podría controlarme cuando llegues un día a la casa a presentarme a tu
primer enamorado, de repente para esa época ya tendré mi permiso para portar
armas y pueda fácilmente deshacerme de los numerosos pretendientes que puedas
tener, no sé si poder soportar que otros chicos te pongan las manos encima (en
un buen sentido claro), no lo sé, tal vez estoy exagerando un poco o divagando,
pueda ser que no pase nada de eso y que todo sea muy llevadero, que los acepte
con toda naturalidad y luego cuando no me veas, llorare en silencio, porque en ese momento entrare en cuenta de que
estaría perdiendo lo que más quiero en esta vida. Obviamente también quiero a
tu madre un montón y ella me va a acompañar hasta que la muerte nos separe,
pero contigo es diferente, tu eres parte de nosotros dos, somos quienes te
trajimos al mundo y ten por seguro que siempre estaré para ti y hare todo lo
posible, todo lo que esté al alcance de mis manos para evitar que te hagan
sufrir o que te hagan daño, de eso tienes mi palabra.
La vida te enseña muchas cosas y yo te llevo bastante ventaja en
lo que a experiencias se trata, van a haber días en que no me vas a querer ni
ver, que vas a pensar que soy más un estorbo que otra cosa, incluso podrías
hasta negarme alguna vez, esa clásica situación donde un hijo le dice a su
padre "ya papá deja de avergonzarme" o simplemente "ya no te
necesito, yo puedo resolverlo sola". Es en ese momento en el que tendré el
corazón roto y medio vacío, pero aun así seguiré al pendiente de ti por si en algún
momento me necesitas de nuevo para algo, estaré a una llamada de distancia.
Sabes que te quiero mucho, y yo sé que tú me quieres de igual
forma, lo veo en tus ojos todas las noches cuando llego a casa después de un
largo día de trabajo, las horas que pasamos jugando y correteando dentro del
departamento, la sonrisa que me regalas antes de irte a dormir me renueva, es
algo que ya forma parte de mi día, es parte de lo que hace que siga adelante,
lo que hace que me esfuerce mucho más cada día, no cabe en mi cabeza la idea de
no tenerte cerca, es algo impensable.
Solo recuerda que siempre podrás contar conmigo y con tu mami,
donde sea y para lo que sea.
Te amo mucho
Papá
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