Este es un artículo me lo hicieron llegar
en enero, como que un poco tarde, pero creo que es importante saber sobre los
cuidados que debemos tomar en cuenta ahora en verano, sobre todo porque el
calor está bien fuerte y la temperatura sigue subiendo. Según comentan los
expertos la sensación térmica estaría llegando a los 35 grados a partir de la
quincena de febrero, así que ha tomar las precauciones necesarias.
Lima, enero de 2016.-
La temporada de verano siempre lleva a rehidratarse mejor y comer saludable. Pero
no se trata de comer por comer o de dejar de comer, es necesario mantener un
horario ordenado, saber qué tipos de alimentos se deben consumir y ser
consciente de que todas las comidas son una importante fuente de energía para
el día a día. Para no descuidarse en estos primeros meses del año, el Dr.
Arnaldo Hurtado, nutriólogo de Laive, sugiere tener en cuenta las siguientes sencillas
pero elementales recomendaciones:
No
obviar la primera comida: es importante tomar desayuno. Este
alimento ayuda a tener energía fresca durante todo el día. No se puede venir de
un ayuno prolongado (de 8 horas), saltarse el desayuno y luego ir directo al
almuerzo. La idea es que esta primera comida sea balanceada con lácteos bajos
en grasa, como un yogurt 0% grasa y azúcar, pan integral, avena, cereales o
incluso una rodaja de queso equivalente a 30 o 40 gramos. Otras fuentes
proteicas importantes son por ejemplo, el huevo y jamón.
Balancear el almuerzo: no necesariamente tiene que ser ligero por ser temporada de
verano. Si se come ordenadamente, las cinco comidas del día, basándolas en
productos integrales, verduras y frutas, van a generar que el cuerpo queme la
mayor cantidad de calorías, ayudando a perder peso. Por ejemplo, en el almuerzo
se puede consumir un guiso hecho en casa con arroz integral.
Hidratarse bien. Lo recomendable es que se consuma un 20% o 30% más de lo
habitual que en otras estaciones del
año. Esto varía mucho de acuerdo al ritmo de vida y actividades de cada persona.
Sin embargo, no debe descuidarse como parte de una saludable rutina porque el cuerpo
tiene un gasto real de líquido durante el día y debe recuperarlo.
Tener siempre una fruta a la mano: las frutas de estación son un aliado infaltable. Si la
consigna es reducir el peso, no se puede aumentar la cantidad de consumo de
azúcar de la dieta, por lo que se deben evitar las frutas más dulces como el
mango y la chirimoya.
No dejar de comer: ¿Qué pasa cuando se reduce el consumo de comidas de manera
innecesaria y arbitraria? Sencillo: al bajar la ingesta, el cuerpo baja el
gasto energético. Al gastar menos, el metabolismo se va a caer y con eso el gasto
energético será menor y la chance de perder peso también disminuirá.
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