Nuestra hija ya cumplió 10 meses y ya cuenta con 6 dientes y una fuerza en la mandíbula que nos hace doler tanto cuando nos muerde que podemos ver a Judas calato, dejando unas marcas dentales que podrían usarse para hacer un molde, pero ese no es el tema de fondo. Ahora estamos autorizados a darle de comer de todo pero en medidas pequeñas para no causar estragos en su sistema digestivo o producir alguna alergia que pueda complicarse a futuro.
Como tenemos luz verde por parte del pediatra podemos darle de comer de todo lo que se nos ocurra pero con ciertos lineamientos, cosas no muy condimentadas ni que estén guardadas mucho tiempo, si es cocina del día mucho mejor, así que andamos experimentando con los diferentes sabores y vamos viendo las reacciones buenas o malas de la bubu con respecto a la comida, ya más o menos sabemos que le gusta y que no, pero lo que hacemos tratando de hacer es que se acostumbre a comer de todo, no queremos después a una hija quisquillosa que no quiere sus verduras o algo que termine en berrinche.
Lo que nos hemos dado cuenta que le fascina es el pollo a la brasa, en las sopas es una campeona y los tallarines los come con un gusto tal que parece jurado de un reality de cocina. Las frutas también van por buen camino y las verduras van llegando en versión licuada, también ya hemos probado con algunas menestras y por suerte no hemos tenido mayor problema. Lo único que si ha rechazado es el pescado, de repente es un sabor muy fuerte aun para ella pero igual no perdemos las esperanzas.
Ahora que puede comer de todo nos puede acompañar y comer en los restaurantes a los que vamos, ayer por ejemplo que almorzamos pollo a la brasa, no saben cómo reclamaba para que le diéramos, cada vez que se quedaba con la boca vacía le jalaba la manga a su mama para que le diera más, eso es bueno porque está heredando el filo de su padre. El fin de semana de fiestas patrias fuimos al restaurante de Don Cucho que está en Lurín, ahí se lanzó sobre mi plato de lomo saltado, no quería otra cosa más que la carne jugosa de mi plato, obviamente en muy pequeños trozos para que no se atragante, también degusto un poco de los frejoles con seco pero lo mejor fue cuando le dimos a probar chicha morada, se tomó como 4 onzas seguidas.
Aún seguimos haciendo experimentos con diferentes combinaciones de comida, es arrocera por naturaleza y le encantan los fideos del chifa, no es muy dulcera pero la mazamorra morada le encanta, también esta con los jugos de fruta y las compotas hechas en casa, reclama su pan con mantequilla en el desayuno y sus galletas de soda o de vainilla, pero le gustan más las Crisps.
Hasta ahora no hay límites y seguimos avanzando con la comida, aún nos falta mucho camino por recorrer y mucha comida por probar. Y a ti ¿como les va con la alimentación?
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