Y llegamos al tercer domingo de Agosto, fecha muy esperada sobre
todo por mí, porque toda esa semana los juguetes están de oferta en todos lados
y puedo comprar cosas para mi colección, pero este año ha sido muy diferente,
ha sido tan diferente que no he podido comprar nada para mí, ahora quien
celebra este día es mi hija. Sé que aún está muy pequeña para darse cuenta de
estas cosas pero igual hay que hacer algo diferente, que sea especial para ella
y para nosotros, y eso hicimos.
Este domingo 17 hicimos varias cosas simpáticas,
primero nos quedamos en la cama hasta tarde, jugando con la bebe, viendo sus
dibujos animados, cocinando con ella, hemos hecho que participe en más
actividades de la casa para que este entretenida, pero eso fue todo, nuestra intención
fue siempre la de salir a pasear, aunque sea por los parques, ya que salir de
Lima como que se nos complicó un poco.
La figura fue que esta vez pudimos salir
de casa después del almuerzo, pudimos ir a visitar a mi mamá, dos veces en el día,
la primera fui yo solo con la bubu para dejarle unas cosas y la segunda ya fue
para recoger algunas compras que ella había hecho por nosotros, esa fue ya como
a las siete de la noche, pero en el ínterin estuvimos dando vueltas en el
carro, buscando un lugar simpático como para caminar, mi primera intención era
ir al parque el Olivar en San Isidro pero como el día estaba medio frigorífico
decidimos no ir tan lejos, así que una vez más nos quedamos en Miraflores.
Algo que llamo mucho mi atención fue la
tonelada de gente que había en las calles, los cientos de familias con hijos
paseando por todos lados, decenas de coches con bebes, los juegos del parque de
Miraflores estaban atestados de criaturas correteando de un lugar a otro, los
padres iban corriendo detrás de sus hijos, obviamente esos eran los padres a
los que si les importan sus hijos porque habían otros que mantenían su
distancia y se notaba que su interés era otro, pero eso a nosotros no nos afectó,
nosotros habíamos salido a disfrutar de la tarde a como dé lugar.
Visitamos algunas tiendas, paseamos por el
parque y estuvimos cuidando de que no atropellen a nuestra hija en los juegos
mientras ella gateaba de un lugar a otro o sino Mary la hacía subir a los
juegos y a usar la resbaladilla, obvio que con ayuda y bajo la supervisión
necesaria, pude sacar algunas fotos pero la verdad es que había tanta gente que
era casi imposible tener una buena toma, que pena para mí.
Lo que si llamo mucho mi atención es que
cuando hemos visitado estos juegos siempre hemos visto algunos niños jugando,
contados con los dedos de las manos, pero ayer era impresionante, entonces la
pregunta que me hago es, ¿el resto de los fines de semana los padres no llevan
a sus hijos a pasear?, o de repente ir al parque a jugar está vetado, de
repente solo los sacan a pasear una vez al año, justamente cuando es el día del
niño, es como cuando celebras el día de los enamorados, el día del padre o de
la madre u otra de las tantas celebraciones, ¿no deberían llevar a sus pequeños
a pasear y a jugar en lugar de tenerlos en casa? De repente estoy mal, puede
ser que los fines de semana sean para visitar a la familia, ver a los abuelos, a
los tíos o a los amigos, de repente ir a un cumpleaños o en el peor de los
casos para hacer las tareas, igual ayer parecía que a muchos de esos niños recién
los habían sacado de casa a conocer el mundo.
En fin, nosotros si nos divertimos,
pudimos hacer varias cosas agradables y siempre vamos a tratar de hacerlas, los
parques y los paseos están en los primeros puestos de las actividades de los
fines de semana con la bubu. Ahora a programar nuestro siguiente paseo para el sábado
30 que es feriado.
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